El espíritu propio del Instituto es el de Inmolación por amor, en unión con Jesucristo. (Const. Art. 4). Nuestra vida Oblata debe asemejarse a la vida de Inmolación que llevó Jesùs.
La inmolación En la escuela de Jesús, que ha dado su vida por nosotros, también el cristiano se siente llamado a hacer de su vida un don: un don de amor a Dios y a los hermanos, convirtiéndose en “oblación santa”. = donación, una ofrenda. La espiritualidad oblativa está fundada sobre el bautismo que nos incorpora a la iglesia. Es participación del cristiano en el sacerdocio de Cristo. Ninguno de los Evangelios atribuye a Cristo el título de “sacerdote”, y sin embargo, la totalidad de su vida ha sido una continua eucaristía, ofrenda, vivida y consumada en el amor. El único escrito del Nuevo Testamento que atribuye a Cristo la mesianidad sacerdotal es la Carta a los Hebreos 1.) Lo hace con mucha determinación, articulando toda su cristología en torno al tema de la oblatividad sacerdotal.
“La cruz que ha salvado al mundo hasta ayer, la salvará también hoy y mañana” (P. Matovelle)
Las naciones como los individuos, tienen una vocación, esto es un destino especial que llenar en el mundo. Glorificar a Nuestro Señor Jesucristo de manera determinada y precisa que Dios ha señalado. Jesús hostia es: el fin y modelo de todas las victimas. El mismo en cuanto hombre se ha ofrecido en holocausto a su Padre y quiere que todos los fieles de su cuerpo mítico, sean también otras tantas hostias inmoladas ante la majestad Divina. (P.Matovelle)
La Espiritualidad oblativa, proviene del contexto de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, “nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos” (Jn. 15,13) y a este acto amoroso de parte de Dios, Matovelle fue muy sensible y quería en todo asemejarse a Jesús y por esto hizo tantos votos, ofreció su vida y finalmente como parlamentario consiguió el decretro supremo de aprobación para la construcción de la Basílica del Voto Nacional, templo dedicado a honrar al Sagrado Corazón de Jesús como memoria perpetua de la Consagración.
Hna. María Elena Arcila A.
Vicaria General